9 de enero de 2013

Feliz enero


Cuántas cosas raras suceden a fin de año.
Apariciones y apariencias que no son o se arrepienten de no haber estado.
Monstruos que quieren abrumarnos como vientos nostálgicos,
pero se convierten en torbellinos de mariposas y ya no dejan ni el olvido.
Partidos ganados.
Esos son los que medimos a fin de año.
Y, me pregunto, ¿ganamos algún partido en el todo que dejamos atrás?
Sí, después, sigue igual, pero con distintas ganas.
Sumo un día, sumo diez, llego al mes, recuerdo esa carcajada a escondidas.
Se derrumba el castillo y se alza más grande que nunca.
¿Viste? ¡En tu cara, año!
Los juegos perdidos no son tantos como los con premio
O, si miramos con un ojo entreabierto, empatan.
Nos pasan cosas extrañas a fin de año
Los vacíos sin nada
Las abundancias y los ecos
Repiten, repiten, ten
Cadenas
Cajas cerradas
Canciones
No hay lluvias a fin de año
Y tampoco caen estrellas
Surgen. Se despiertan
Las momias caminan
Los fantasmas acechan
Las risas lloran
Momentos de cólera
(Nunca entendí por qué la palabra cólera tenía que rendirse al enojo si, muy bien podría representar una erupción volcánica de felicidad).
Hay poemas inconclusos a fin de año
Hay sonidos que no llegan
Y esto.


Fuerza Chávez





«Los que quieran Patria vengan conmigo, vengan con nosotros, con la Revolución, es el camino a la Patria, es la construcción de la Patria»





3 de enero de 2013

Del discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, en el Parque Céspedes de Santiago de Cuba, el 1 de enero de 1959

[...] La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo, en esta etapa inicial, y en qué mejor lugar para establecer el Gobierno de la República que en esta fortaleza de la Revolución(Gritos y aplausos); para que se sepa que este va a ser un gobierno sólidamente respaldado por el pueblo en la ciudad heroica y en las estribaciones de la Sierra Maestra, porque Santiago está en la Sierra Maestra (Gritos y aplausos).  En Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra tendrá la Revolución sus dos mejores fortalezas (Aplausos). 

[...]  Y esta Revolución, compatriotas, que se ha hecho con tanto sacrificio, ¡nuestra Revolución!, ¡la Revolución del pueblo es ya hermosa e indestructible realidad!  ¡Cuánto motivo de fundado orgullo!  ¡Cuánto motivo de sincera alegría y esperanza para todo nuestro pueblo!  Yo sé que no es aquí solo en Santiago de Cuba, es desde la punta de Maisí hasta el cabo de San Antonio.

Ardo en esperanzas de ver al pueblo a lo largo de nuestro recorrido hacia la capital, porque sé que es la misma esperanza, la misma fe de un pueblo entero que se ha levantado, que soportó paciente todos los sacrificios, que no le importó el hambre; que cuando dimos permiso tres días para que se restablecieran las comunicaciones, para que no pasara hambre, todo el mundo protestó (Aplausos). Es verdad, porque lo que querían era lograr la victoria costara lo que costara. Y este pueblo bien merece todo un destino mejor, bien merece alcanzar la felicidad que no ha logrado en sus 50 años de República; bien merece convertirse en uno de los primeros pueblos del mundo, por su inteligencia, por su valor, por su espíritu (Aplausos).
Nadie puede pensar que hablo demagógicamente, nadie puede pensar que quiero halagar al pueblo.  He demostrado suficientemente mi fe en el pueblo, porque cuando vine con 82 hombres a las playas de Cuba, y la gente decía que nosotros estábamos locos y nos preguntaban que por qué pensábamos ganar la guerra, yo dije: “porque tenemos al pueblo” (Aplausos).
Y cuando fuimos derrotados la primera vez, y quedamos un puñado de hombres, y persistimos en la lucha, sabíamos que esta sería una realidad, porque creíamos en el pueblo.  Cuando nos dispersaron cinco veces en el término de 45 días, y nos volvimos a reunir y reanudar la lucha, era porque teníamos fe en el pueblo; y hoy es la más palpable demostración de que aquella fe era fundamentada.

[...]



*Discurso pronunciado en el Parque Céspedes, de Santiago de Cuba, el 1 de enero de 1959.

27 de diciembre de 2012

El ombligo de los limbos

Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar mi espíritu.
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. No concibo la obra al margen de la vida.
No amo en sí misma a la creación. Tampoco entiendo el espíritu en sí mismo. Cada una de mis obras, cada uno de los proyectos
de mí mismo, cada uno de los brotes gélidos de mi vida interior expulsa sobre mí su baba.
Estoy en una carta escrita para dar a entender el estrujamiento íntimo de mi ser, tanto como estoy en un ensayo exterior
a mí mismo y que se me presenta como una indiferente incubación de mi espíritu.
Sufro que el Espíritu no halle lugar en la vida y que la vida no se encuentre en el Espíritu, sufro del Espíritu-órgano, del Espíritu-traducción o del Espírítu-atemorizante-de-las-cosas para hacerlas ingresar en el Espíritu. Yo dejo este libro colgado de la vida, deseo que sea masticado por las cosas exteriores y en primer término por todos los estremecimientos acuciantes, todas las vacilaciones de mi yo por venir.
Todas estas páginas se arrastran en el espíritu como témpanos. Perdón por mi total libertad. Me niego a hacer diferencias entre cada minuto de mí mismo. No acepto el espíritu planeado.

Es preciso acabar con el Espíritu como con la literatura. Quiero decir que el Espíritu y la vida se encuentran en todos los grados.
Yo quisiera hacer un libro que altere a los hombres, que sea como una puerta abierta que los lleve a un lugar al que nadie hubiera consentido en ir, una puerta simplemente ligada con la realidad.
Y esto no es el prefacio de un libro, como tampoco lo son los poemas que lo indican en la lista de todas las furias del malestar.

Esto no es más que un témpano atragantado. Una gran pasión razonadora y superpoblada arrastraba a mi yo como un puro abismo. Resoplaba un viento carnal y sonoro, y el azufre también era denso. Y pequeñas raíces diminutas llenaban ese viento como un enjambre de venas y su entrelazamiento fulguraba. El espacio sin forma penetrable era calculable y crujiente. Y el centro era un mosaico de trozos como una especie de rígido martillo cósmico, de una pesadez deformada y que sin parar cae como un muro en el espacio con un estruendo destilado. Y la cubierta algodonosa del estruendo tenia la opción obtusa y una viva mirada que lo penetraba. Sí, el espacio entregaba su puro algodón mental donde ningún pensamiento era todavía claro ni devolvía su descarga de objetos. Pero paulatinamente la masa dio vueltas como una náusea potente y fangosa, una especie de fuerte flujo de sangre vegetal y detonante. Y las ínfimas raíces trémulas en el filo de mi ojo mental se arrancaban de la masa erizada del viento a una velocidad vertiginosa. Y todo el espacio como un sexo saqueado por el vacío ardiente del cielo, se estremeció. Y algo como un pico de paloma real socavó la masa turbada de los estados, todo el pensamiento más hondo se diversificaba, se disipaba, se volvía claro y reducido.
Entonces era preciso que una mano se transformara en el órgano mismo de la aprehensión. Y aún dos o tres veces giró la masa artificial y cada vez, mi ojo se enfocaba sobre un sitio más exacto. La oscuridad misma se hacía más densa y sin objeto. Todo el hielo ganaba la claridad.

Dios-el-perro contigo y su lengua 
que atraviesa la costra como una saeta
del doble morrión abovedado
de la tierra que le causa ardor.

Y aquí está el triángulo de agua 
que se aproxima con paso de chinche
pero que bajo la chinche ardiente
se transforma en cuchillada.

Bajo los senos de la espantosa tierra 
dios-la-perra se ha marchado,
de los senos de la tierra y de agua congelada
que pudren los agujeros de su lengua.


Y aquí está la virgen-del-martillo
para masticar las cuevas de la tierra
donde la calavera del perro del cielo
siente crecer el horroroso nivel.

Doctor,

Hay un asunto sobre el cual hubiera querido insistir: es el de la relevancia de la cosa sobre la cual operan sus inyecciones; esta especie de languidecimiento esencial de mi ser, esta disminución de mi estiaje mental, que no quiere decir, como podría creerse, un rebajamiento cualquiera de mi moralidad (de mi alma moral) o ni siquiera de mi inteligencia, sino más bien de mi intelectualidad servible, de mis recursos razonantes, y que se relaciona más con el sentimiento que tengo yo mismo de mí mismo yo, que con lo que pongo de manifiesto a los demás de él. 
Esta vitrificación sorda y polimorfa del pensamiento que en cierto momento elige su forma. Hay una vitrificación inmediata y llana del yo en el centro de todas las posibles formas, de todos los modos posibles del pensamiento.
Y, señor Doctor, ahora que usted está bien enterado de lo que puede ser alcanzado en mí (y curado por las drogas), de la zona de conflicto de mi vida, espero que sabrá suministrarme la cantidad suficiente de líquidos sutiles, de reactores especiosos, de morfina mental, capaces de sobreponer mi abatimiento, de enderezar lo que cae, de juntar lo que está separado, de reparar lo que está destruido.
Le saluda mi pensamiento



De "L'Ombilic des limbes"
Versión de L.S.

18 de diciembre de 2012

Carta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a Nicolás Maduro, leída en el acto conmemorativo por 8vo Aniversario del ALBA

Querido Nicolás Maduro:

Con motivo de los aniversarios que ustedes celebran hoy deseo expresarte lo siguiente:

La ausencia del Presidente electo por más de 8 millones de venezolanos nos conmueve a todos.

Conocí a Hugo Chávez hace exactamente 18 años. Alguien lo invitó a Cuba y él aceptó la invitación. Me contó que tenía la idea de solicitar una entrevista conmigo. Lejos estaba de imaginarme que aquellos militares tildados de golpistas por las agencias cablegráficas, que con tanta discreción durante años sembraron sus ideas, era un grupo selecto de revolucionarios bolivarianos. Esperé a Chávez en el aeropuerto, lo conduje al lugar de su hospedaje y conversé con él durante horas, intercambiando ideas.

El día siguiente, en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, cada cual expresó sus ideas.

Nuestras concepciones difieren en aspectos que son ajenos a las ideas y principios políticos y de los cuales ni siquiera hablamos.

Nuestra cooperación médica con Venezuela comenzó a raíz de la tragedia de Vargas, en la que miles de personas murieron como consecuencias del abandono y la imprevisión en que vivía la población más pobre de ese Estado.

Venezuela, por su parte, ha sido especialmente solidaria con los pueblos del Caribe, Centroamérica y Suramérica.

Desarrolló fuertes vínculos con Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Argentina y otros. Ha cultivado relaciones con Rusia, Belarús, Ucrania y otras repúblicas de la antigua URSS. No olvida a Palestina ni a Libia. Presta especial atención a sus vínculos económicos y a las relaciones políticas con China.

Es solidario con los pueblos de África. Practica una política de paz con todos los países. El nombre de Hugo Chávez se admira y respeta en el mundo entero, todos e incluso muchos de los adversarios le desean un pronto restablecimiento.

Los médicos luchan con optimismo por este objetivo. Como se conoce, todos los revolucionarios cubanos somos martianos y bolivarianos.

!íViva Hugo Chávez!

Hasta la victoria siempre,

Fidel Castro Ruz

Diciembre 15 del año 2012.