4 de julio de 2012

la perversión sublime y el placer más agudo, el que estira mis labios y los retuerce, está en la brusca anulación del deseo, la detención inesperada, el fracaso. Soy avaro de mi esperma como de mi oro y nunca he encontrado un inmenso placer en el orgasmo: lo que busco en él es la visión capaz de producirlo

2 de julio de 2012

¿Qué afinidades particulares le parecían existir entre la luna y la mujer?

Su antigüedad, que ha precedido a la sucesión de las generaciones telúricas y les ha sobrevivido; su predominio nocturno; su dependencia de satélite, su reflexión luminar; su constancia durante todas sus fases, levantándose y acostándose a horas fijas, creciente y menguante; la invariabilidad obligada de su aspecto; su respuesta indeterminada a las interrogaciones no afirmativas; su poder sobre el flujo y el reflujo; su poder para enamorar, para mortificar, para revestir de belleza, para enloquecer, para empujar al mal y colaborar con él; la serena impenetrabilidad de su rostro; el sagrado horror de su vecindad solitaria, dominante, implacable y resplandeciente; sus presagios de tormenta y de bonanza; la efervescencia de su radiación, de su marcha y de su presencia; la advertencia de sus cráteres, sus mares petrificados, su silencio; su esplendor cuando es visible; su atracción cuando es invisible.